En este episodio pruebo un experimento sonoro: grabé en la calle, pero suena como en el estudio gracias al clonaje de voz. Te cuento cómo reorganizamos el nuevo estudio de la oficina y reflexiono sobre unas cámaras que hace años costaban 5000 € y hoy estaban a punto de acabar en la basura… hasta que me las quedé yo.
